Este martes, el general Óscar Arriola juró al cargo de comandante general de la Policía Nacional del Perú (PNP), en un contexto marcado por la desconfianza de la ciudadanía hacia la institución policial. Su ascenso se produce tras la suspensión de su predecesor, Víctor Zanabria.
Al ser interrogado sobre la percepción negativa que existe hacia la PNP, el alto oficial reconoció que la población tiene «la libertad de decidir y dar su voto de confianza o no». No obstante, defendió el trabajo del cuerpo policial, asegurando que sus integrantes se encuentran desplegados a lo largo del país trabajando arduamente para «sacar de circulación» a la delincuencia.
Arriola contextualizó la actual situación de seguridad recordando las épocas del terrorismo y la criminalidad de décadas pasadas, y señaló un nuevo factor: «esta que la migración ha traído unas características de elevación de violencia». Frente a esto, afirmó que la institución actúa de manera coordinada con sus pares internacionales para perseguir a los criminales que cruzan las fronteras, poniendo como ejemplo la reciente captura de ‘Pequeño J’.
Misterio sobre tema pendiente con el Poder Judicial
En un giro que captó la atención, el general Arriola reveló la existencia de un asunto que «ha llamado profundamente la atención» de su comando, pero se abstuvo de ofrecer detalles. El oficial anunció que primero debe conversar el tema con la presidenta del Poder Judicial, Janet Tello, a través del ministro del Interior, Carlos Malaver.
«Hay un tema que todavía no voy a dar cuenta porque pretendo conversar primero con la presidenta del Poder Judicial (…) porque hay un tema que nos ha llamado profundamente la atención. Pero es de instituciones, primero, conversar a la interna. Ya ustedes se enterarán», acotó, generando expectativa sobre un anuncio que se realizaría una vez culminadas estas coordinaciones interinstitucionales.