El grupo de hackers conocido como Deface Perú ha ejecutado un ataque masivo a la base de datos de la Dirección de Inteligencia (Dirin) de la Policía Nacional del Perú, desatando una ola de preocupación en el ámbito de la ciberseguridad del Estado. La filtración, apodada “Dirin Leaks”, ha revelado miles de documentos internos que contienen información crítica, incluida la identidad de agentes encubiertos, planes de seguridad para la presidenta Dina Boluarte y otros altos funcionarios, así como informes relacionados con congresistas y medios que han criticado al gobierno.
Un miembro del colectivo, identificado como InkaRoot, ha declarado que este ataque es solo el principio y que tienen bajo su objetivo a la presidenta Boluarte y otros funcionarios corruptos. Además, prometió que pronto revelarán más información sobre las conexiones de poder y corrupción dentro del Estado. InkaRoot se ha definido como un hacktivista con el propósito de combatir la corrupción y la indiferencia política.
Ante estas acusaciones, la Policía Nacional ha rechazado la posibilidad de que se trate de un hackeo externo, atribuyendo la filtración a un uso inadecuado del acceso interno. Sin embargo, esta postura ha sido fuertemente criticada, especialmente por políticos como el congresista Diego Bazán, quien ha cuestionado la falta de medidas de seguridad y ha expresado su preocupación por la seguridad de los agentes mencionados en los documentos filtrados. Bazán ha apuntado la mirada hacia la gestión del ministro del Interior en este contexto, poniendo en duda su capacidad para salvaguardar información crítica.
La situación ha evidenciado las serias deficiencias en la ciberseguridad de la Policía Nacional y ha provocado activas discusiones sobre el uso político que se puede dar a la inteligencia estatal. En medio de esta crisis, el ministro de Economía y Finanzas ha negado haber dado cualquier tipo de orden que implique el uso de la inteligencia con fines políticos, mientras que la investigación policial sigue su curso para esclarecer la situación.
En resumen, el ataque conocido como “Dirin Leaks” ha puesto de manifiesto las vulnerabilidades en la protección de los datos clasificados de la Policía Nacional y ha evidenciado las intenciones de un grupo hacktivista para desenmascarar la corrupción y los abusos de poder en el gobierno peruano.
Fuente: Infobae









