La elección del papa León XIV ha generado un inusual entusiasmo en el emporio comercial de Gamarra, donde los comerciantes no han dudado en capitalizar el momento con la producción masiva de polos conmemorativos que resaltan el vínculo del pontífice con el Perú.
Robert Prevost, el nuevo Papa de doble nacionalidad estadounidense y peruana, se ha convertido en un símbolo de orgullo para ciudades como Chiclayo, Callao y Piura, donde su conexión con el país es especialmente valorada. Frases como “Un saludo a mi querida Chiclayo” o “Aunque nació allá, su corazón es peruano” inundan las prendas, que ya se venden a precios entre S/10 (al por mayor) y S/15 (unitario), con opciones personalizadas a mayor costo.
Fiebre papal impulsa la economía textil
El sector, que enfrentaba una lentitud en ventas por la coyuntura económica, ve en esta tendencia una oportunidad de reactivación. “Es un momento único: la fe y el comercio se unen”, comenta un vendedor de Gamarra, mientras muestra modelos con imágenes del Papa junto al Machu Picchu o la bandera peruana.
Además de las clásicas estampas, los clientes pueden personalizar sus polos con fotos del pontífice, una opción que ha ganado popularidad entre feligreses y coleccionistas. La demanda ya trasciende Lima, con pedidos provenientes de regiones norteñas, donde la identificación con el Papa es más fuerte.
Un fenómeno más allá de lo religioso
Analistas señalan que el fenómeno refleja no solo devoción, sino también la capacidad de rápida respuesta de los empresarios textiles peruanos ante eventos globales. Mientras las ventas repuntan, Gamarra demuestra, una vez más, por qué es el corazón de la moda rápida en el país.
Con la expectativa de que el Papa visite pronto el Perú, los comerciantes ya preparan nuevos diseños, asegurando que esta “oleada papal” recién comienza.