En un hecho que ha generado conmoción y repudio, los suboficiales Hover Emerson Huamani Tardeo y Cristopher Mena Murrieta fueron detenidos tras ser acusados de robar las pertenencias de su propio colega, el suboficial Pablo Baltazar Sánchez, quien resultó gravemente herido durante una persecución a delincuentes en el distrito de San Borja, Lima.
El incidente ocurrió cuando Baltazar Sánchez, en cumplimiento de su deber, perseguía a unos delincuentes que habían asaltado a un cambista. Durante la intervención, el agente recibió un disparo en el rostro, lo que lo dejó gravemente herido. Sus colegas, Huamani Tardeo y Mena Murrieta, lo trasladaron de inmediato a una clínica para recibir atención médica.
Sin embargo, según la denuncia presentada por la familia de Baltazar, las pertenencias del suboficial herido, entre ellas su teléfono celular y una suma de S/830, no fueron entregadas en su totalidad cuando los familiares llegaron a la clínica. Uno de los parientes aseguró que, en medio de la incertidumbre por el estado de salud del policía, notaron que faltaban dichos objetos.
La situación dio un giro más grave cuando se reveló que uno de los acusados habría manifestado su intención de devolver el celular, aparentemente por temor a que el ministro del Interior llegara al lugar. Este detalle incrementó las sospechas sobre el actuar de los agentes implicados.
Tras las acusaciones, los suboficiales Huamani Tardeo y Mena Murrieta fueron puestos bajo custodia y actualmente permanecen en la División de Investigación Criminal (Dipincri) de San Borja, donde se realizan las investigaciones correspondientes.
Mientras tanto, el suboficial Pablo Baltazar se encuentra en recuperación tras haber sido sometido a una cirugía de reconstrucción maxilar, según informaron fuentes cercanas al caso.
Este hecho ha encendido las alarmas sobre la ética y el comportamiento de algunos efectivos policiales, generando un debate público sobre la necesidad de reforzar los controles internos en la institución para garantizar la confianza ciudadana.