La leche ha sido considerada un alimento completo y equilibrado, y su consumo no debe limitarse a la infancia. Según los nutricionistas peruanos, este producto lácteo es altamente recomendable para los adultos debido a su aporte de proteínas de alta calidad, calcio, vitaminas como la D y del complejo B, así como minerales y grasas esenciales para mantener una buena salud ósea y metabólica.
La leche juega un papel significativo en la cobertura de requerimientos nutricionales que el organismo no puede producir por sí solo. Su consumo contribuye a la conservación de la densidad ósea, a la prevención de enfermedades crónicas, y a la gestión del peso, apoyando funciones metabólicas esenciales en el cuerpo humano.
A pesar de ciertos mitos sobre los posibles efectos negativos de la leche en adultos, como su vinculación con el cáncer o problemas digestivos, la evidencia científica no respalda estas afirmaciones. De esta manera, muchos nutricionistas recalcan que, en personas sin intolerancia a la lactosa, la leche no solo es segura, sino también beneficiosa.
En la adultez, el consumo de leche continúa siendo un factor positivo para conservar la masa muscular y regular la presión arterial gracias a su contenido de potasio. Además, los antioxidantes presentes en la leche pueden ayudar a combatir el daño celular y prevenir el envejecimiento prematuro. Su aporte también es valioso en la hidratación y en la prevención de enfermedades como la diabetes tipo 2 y problemas cardiovasculares, siempre y cuando forme parte de una dieta equilibrada.
En conclusión, para los adultos peruanos, la leche se reafirma como un alimento clave que favorece un estado de salud óptimo, siendo especialmente importante en la prevención de la osteoporosis y en el mantenimiento de funciones vitales del organismo. Es esencial considerar su inclusión en la alimentación diaria, a menos que exista alguna condición médica que contraindique su consumo.
Fuente: El Comercio









