Un hombre casado desde hace 30 años se ha convertido en el protagonista de una polémica que ha trascendido las redes sociales. Tras confesar en el New York Post que aceptó que su esposa tuviera un amante, las opiniones se han dividido entre quienes lo consideran un acto de amor y quienes lo ven como una muestra de inseguridad y sumisión.
Según el relato del hombre, su esposa, una entrenadora física en plena forma, le pidió incluir a otro hombre en su vida debido a sus necesidades sexuales insatisfechas. Ante esta petición, él accedió, pero con una condición: que su esposa no se enamorara del nuevo amante.
La decisión de este hombre ha generado un intenso debate en las redes sociales. Mientras algunos usuarios aplauden su gesto, considerándolo una muestra de amor incondicional y deseo de ver feliz a su pareja, otros lo critican duramente, señalando que está poniendo en riesgo su matrimonio y su autoestima.