Ante la creciente escasez de dólares en Bolivia, muchos ciudadanos han comenzado a optar por la compra de soles peruanos para luego cambiarlos por dólares en la frontera, aprovechando la diferencia de precios. Este fenómeno refleja la alta demanda de la moneda peruana, que en casas de cambio ya se cotiza cerca de 3 bolivianos por sol, muy por encima del tipo de cambio oficial de 1,8 bolivianos por sol.
La situación económica en Bolivia se ha deteriorado notablemente, con las reservas internacionales cayendo de US$15.000 millones en 2014 a apenas US$1.800 millones en 2024, según el Banco Central de Bolivia (BCB). Esta crisis ha generado una grave escasez de dólares en el mercado local, elevando el costo de vida y dificultando las importaciones.
Además, la falta de combustible ha provocado largas filas para adquirir gasolina y diésel, agravando la crisis y desencadenando protestas en diversas regiones del país. La economía boliviana enfrenta un momento crítico que afecta tanto a los ciudadanos como al sector comercial, con el cierre de numerosos negocios debido a la imposibilidad de sostenerse frente a los altos precios del dólar y la falta de recursos.