Una semana después de la coronación en Miss Universo 2025, la representante peruana, Karla Bacigalupo, ha roto el silencio a través de sus redes sociales. Tras tomarse un tiempo para reflexionar, la modelo compartió un extenso comunicado que, más allá de ser un recuento personal, se convierte en un llamado directo a la transparencia y equidad dentro del certamen global.

Las fuentes indican que Bacigalupo se sinceró sobre las controversias que rodearon la competencia, señalando directamente las situaciones difíciles que, según ella, enfrentaron varias candidatas. El tono de su pronunciamiento no es de ataque, sino de profunda indignación ante las presuntas inconsistencias en la aplicación de las normas.
En su mensaje, la exrepresentante peruana fue explícita al cuestionar la uniformidad en la aplicación de las reglas. Hizo un llamado a que aspectos como la inclusión (estado civil o parental), los puntajes, los jurados, los requisitos de visa y la presencia no autorizada de staff durante la concentración sean «claros, verificables y, sobre todo, aplicados de manera uniforme». Esta declaración apunta a un sistema que, según su experiencia, podría haber operado con reglas poco claras o aplicadas de forma desigual.
A pesar de las críticas al sistema, Bacigalupo mantuvo un espíritu de compañerismo, deseándole «todo el éxito del mundo» a Fátima Bosch, la nueva Miss Universo, con quien afirma haber construido una «bonita amistad».
La postura de Karla Bacigalupo, al exponer estas preocupaciones una vez terminado el concurso, resalta la necesidad de una estructura más justa y abierta en un evento de talla mundial. Este movimiento, si bien tardío, busca generar un impacto duradero más allá de su propia participación.
¿Podrá este llamado de atención de una exconcursante influir realmente en un cambio tangible y visible en la controvertida organización del Miss Universo?
Fuente: América TV









