Tras el revuelo causado por el testimonio de la influencer mexicana Tammy Parra, el modelo peruano Diego Rodríguez ha ofrecido sus primeras declaraciones ante la prensa nacional. En un breve encuentro con las cámaras de Amor y Fuego, Rodríguez abordó el término de su vínculo sentimental con una postura que prioriza la madurez y la resolución pacífica de los conflictos.

A diferencia del relato cargado de descubrimientos emocionales que compartió Parra recientemente, Diego Rodríguez optó por una respuesta concisa y despojada de tensiones. El modelo aclaró que la separación se produjo en marzo de este año y subrayó que ambos quedaron en buenos términos, tratando el suceso como un capítulo ya cerrado en su cronología personal. «Quedamos bien«, sentenció, restando peso a la carga mediática que ha rodeado la ruptura en los últimos días.
Esta versión complementa el testimonio de la mexicana, quien confesó haber finalizado la relación a través de una llamada telefónica tras identificar sentimientos profundos por su actual pareja y mánager, Héctor Klunder. Mientras Parra describió un momento de epifanía emocional vinculado a una situación de salud de Klunder, Rodríguez parece enfocarse en la estabilidad de un acuerdo que, según sus palabras, lleva meses de vigencia.
Ante la discrepancia entre la carga dramática proyectada en las revelaciones digitales y la aparente tranquilidad de las partes involucradas meses después, ¿es posible que la narrativa pública de una ruptura sea siempre más compleja y «espectral» que la realidad privada que viven sus protagonistas?
Fuente: Trome









