Actualmente, la tecnología está en constante evolución, con nuevos inventos apareciendo cada día. Esto ha permitido encontrar formas innovadoras de educar a los más jóvenes, proporcionando información al instante. Sin embargo, aunque la tecnología ha representado un hito en la historia, el mundo de la hiperconexión también conlleva riesgos, como la disminución del foco de atención que se ha registrado.
RIESGOS DE LA EXPOSICIÓN DIGITAL EN MENORES
La exposición prolongada y excesiva a dispositivos digitales, como tablets, teléfonos y videojuegos, puede tener un impacto significativo en la capacidad de atención, concentración y desarrollo cognitivo de los niños. Esta exposición ha fomentado lo que se conoce como «multitarea», donde los usuarios alternan entre aplicaciones y tareas. Esta habilidad puede dificultar la capacidad de los niños para concentrarse en una sola actividad durante períodos prolongados.
Además, la sobrecarga de estímulos puede llevar a una desensibilización, ya que la rapidez y el carácter cambiante de los estímulos digitales afectan la capacidad de los niños para mantener la atención. Esta constante exposición a estímulos intensos puede influir negativamente en el desarrollo cerebral, afectando las vías neuronales relacionadas con la atención y la memoria.