El huracán Helene, uno de los más poderosos registrados en la región de Big Bend, Florida, ha dejado al menos 91 muertos y millones de personas sin electricidad en el sureste de Estados Unidos. La tormenta tocó tierra el pasado jueves, afectando a los estados de Florida, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia, y dejando un rastro de destrucción a su paso.
De acuerdo con un informe actualizado por las autoridades locales y un recuento de la AFP basado en informes de medios, al menos 64 personas han muerto: 24 en Carolina del Sur —incluidos dos bomberos—, 17 en Georgia, 11 en Florida, 10 en Carolina del Norte y una en Virginia. Las inundaciones históricas amenazan con romper represas, lo que agrava la situación en las áreas afectadas.
Los gobernadores de Carolina del Norte y Florida han comenzado a evaluar los daños y han advertido que la recuperación será un proceso largo y difícil. Las imágenes proporcionadas por la ciudad de Rocky Mount, Carolina del Norte, muestran los devastadores efectos de la tormenta en la región, que fue una de las primeras en ser golpeada por Helene.