El caso de la empresaria Jackeline Salazar ha dado un giro inesperado tras su liberación, dejando perplejos a miles de peruanos. Después de su rescate el 24 de mayo por parte de las autoridades, nuevos detalles han salido a la luz, sorprendiendo a la opinión pública.
Uno de los acontecimientos más impactantes ha sido la captura de dos familiares de Salazar por parte del Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (Greco) de la Policía Nacional del Perú (PNP). Entre ellos se encuentra Jesús Abraham Victorio, primo de la empresaria, quien admitió su participación en el secuestro tras ser interrogado por las autoridades.
Las investigaciones iniciales revelaron que las llamadas extorsivas a la familia de Salazar fueron realizadas desde un celular perteneciente a la funeraria San Martín, propiedad del tío de la víctima, identificado como Jesús Santos Victorio. Aunque el tío ha declarado su inocencia, asegurando que se encontraba fuera de la ciudad en el momento del secuestro, su hijo Jesús Abraham ha confesado haber proporcionado información a los secuestradores y haber utilizado el celular de la empresa de su padre en el proceso.