El reciente ampay difundido por el programa Magaly TV La Firme que involucra a Jean Paul Gabuteau, esposo de Silvia Cornejo, y a su expareja, Analía Jiménez, ha vuelto a situar este conocido triángulo sentimental en el centro del debate público. Las imágenes, captadas en un balcón de Barranco con gestos cariñosos entre Gabuteau y Jiménez, reabrieron la conversación sobre la dinámica de esta relación que ha protagonizado múltiples portadas a lo largo de los años.
La controversia escaló cuando la modelo y presentadora Tilsa Lozano, desde su programa, decidió emitir una opinión contundente sobre la situación, dirigiéndose directamente a Cornejo. Lozano fue enfática al afirmar que el comportamiento del empresario no corresponde a un desliz, sino a una “doble vida” ya conocida por ambas partes. La presentadora, incluso, utilizó un juego de palabras que rápidamente se viralizó en redes sociales.

Este comentario, sin embargo, encontró una réplica inmediata por parte de Magaly Medina. La periodista de espectáculos no tardó en recordar el pasado mediático de Lozano, sugiriendo que quienes opinan en televisión sobre temas de infidelidad y relaciones deben poseer un historial exento de controversias para gozar de credibilidad pública. Esta dinámica de «cruce de facturas» es habitual en la farándula local, donde la línea entre el comentarista y el protagonista de la noticia se difumina constantemente.
El informe de Gabuteau y Jiménez, que según reportes ocurre a pocos días de cumplirse un año de matrimonio con Cornejo, añade una capa de complejidad al ya conocido historial de la pareja. Mientras Tilsa Lozano sostiene una teoría sobre un acuerdo implícito y Medina cuestiona la autoridad moral para juzgar, los hechos presentados en televisión obligan a una reflexión: ¿existe realmente una sorpresa ante la reincidencia o es el público el que proyecta su propia incredulidad sobre un patrón ya establecido?
Fuente: La Republica









