Durante la visita de la presidenta Dina Boluarte a Estados Unidos para la Asamblea General de la ONU, un grupo de ciudadanos peruanos organizó una protesta frente al Consulado General del Perú en Nueva York. Los manifestantes expresaron su rechazo a la gestión del gobierno de Boluarte, acusada de represión policial que ha resultado en múltiples muertes durante las protestas ocurridas entre 2022 y 2023.
Las consignas de los protestantes fueron contundentes, exigiendo justicia por las víctimas de la violencia policial y pidiendo la restitución de Pedro Castillo como presidente. Gritaron frases como “Dina asesina, el pueblo te repudia” y “Dina a la cárcel, Castillo a Palacio”, reflejando el descontento hacia la actual administración.
Esta manifestación en Nueva York es la segunda jornada consecutiva de protestas en el extranjero, lo que pone de relieve el creciente rechazo internacional hacia Boluarte. En medio de la tensión política, la presidenta ha sido acusada de falsear información y cargar las culpas de la crisis social en Perú sobre supuestas «mafias corruptas».
Las protestas en Nueva York no se limitaron a la consigna de justicia, sino que se dieron en un contexto más amplio, donde los participantes interrumpieron el discurso de la presidenta y manifestaron su preocupación por la persistente crisis política y social en Perú, que se ha intensificado desde la destitución de Castillo. Esta ola de manifestaciones se produce mientras en Perú continúan las protestas, caracterizadas por la violencia policial y la oposición a las reformas promovidas por el gobierno de Boluarte.
La situación refleja una creciente polarización en el país y resalta las disputas sobre la legitimidad del gobierno actual. En medio de este contexto, la comunidad peruana en el extranjero mantiene su voz activa, buscando generar conciencia sobre la realidad que enfrenta el pueblo peruano.
La administración de Dina Boluarte se encuentra en una encrucijada, confrontada por las acusaciones de represión y la desconfianza popular, tanto a nivel local como internacional.
Fuente: La República









