El reciente hackeo a la Dirección Nacional de Inteligencia (DIRIN) de la Policía Nacional del Perú (PNP) ha puesto en el centro de la atención pública una grave crisis de seguridad. La filtración de información confidencial expone detalles sobre las operaciones de seguimiento y captura del prófugo político Vladimir Cerrón, que se encontraba evadiendo la acción de la justicia desde octubre de 2023.
El grupo de hackers conocido como Deface Perú ha divulgado, a través de la plataforma Telegram, una serie de datos que revelan actividades de vigilancia en embajadas, zonas fronterizas y balnearios del sur del país, con un enfoque particular en la ciudad de Huancayo. A pesar de los esfuerzos desplegados por las fuerzas del orden, la captura de Cerrón no ha sido exitosa, generando cuestionamientos sobre la efectividad de las estrategias de inteligencia empleadas por la PNP.
La filtración no solo ha expuesto detalles logísticos y movimientos de Cerrón, sino que también ha puesto en grave riesgo la seguridad de agentes e informantes involucrados en estas operaciones. Además, ha evidenciado deficiencias alarmantes en la ciberseguridad policial, dejando al descubierto la posibilidad de un uso discrecional de la vigilancia estatal sobre diversos actores políticos y sociales.
Informes indican que miles de documentos sensibles han sido divulgados, incluyendo identidades y comunicaciones internas de los agentes, así como investigaciones relacionadas con otros prófugos y seguimientos que involucraban a fiscales y periodistas. Esta situación provoca una crisis institucional que afecta gravemente la confianza en las capacidades de la PNP para manejar información confidencial y proteger tanto a sus agentes como a la integridad del proceso judicial.
La comunidad está ahora en espera de respuestas claras y eficaces por parte de las autoridades competentes respecto a las medidas que se implementarán para reforzar la ciberseguridad y garantizar la protección de quienes colaboran con la ley. El hackeo a la DIRIN no solo saca a la luz vulnerabilidades críticas, sino que también plantea preguntas sobre la responsabilidad y el manejo de la vigilancia estatal en un contexto democrático.
Fuente: La República









