En un emotivo encuentro con una delegación peruana en el Vaticano, el Papa León XIV (Robert Prevost) reafirmó su profundo cariño por el Perú, asegurando que lleva al país «en su vida y en su corazón». Además, el exobispo de Chiclayo sorprendió con una entusiasta arenga: «¡Viva Chiclayo!», desatando aplausos entre los presentes.
Durante su discurso, el Pontífice confesó que nunca imaginó asumir el liderazgo de la Iglesia Católica, pero que, como fiel seguidor de Dios, acepta con humildad su designio. «Dios nos da sorpresas; hay que saber aceptar su voluntad», expresó.
El Santo Padre no ocultó su emoción al referirse al Perú, agradeciendo a los fieles que viajaron hasta Roma para acompañar las celebraciones de su papado. «Agradezco muchísimo a quienes vinieron desde lejos. Su presencia en misa y en otros momentos ha sido muy hermosa», dijo.
Con especial afecto, recordó su tiempo como obispo de Chiclayo, donde ejerció su labor pastoral. En un momento culminante, levantó la voz para exclamar: «¡Qué viva Chiclayo!», recibiendo una ovación de la delegación peruana.
El mensaje del Papa León XIV refuerza su vínculo con el Perú, país que marcó su trayectoria eclesiástica antes de asumir el máximo cargo en la Santa Sede. La visita de la comitiva peruana refleja, a su vez, el cariño mutuo entre el Pontífice y la feligresía nacional.