El Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha dado a conocer este viernes las actualizadas Normas para el Discernimiento de fenómenos sobrenaturales en la Iglesia Católica, estableciendo un proceso riguroso y detallado para abordar presuntas apariciones. Según estas normativas, la declaración de sobrenaturalidad será una prerrogativa exclusiva del Papa, marcando un cambio significativo en la política de la Iglesia en este ámbito.
El nuevo protocolo, que entra en vigor con motivo de la Solemnidad de Pentecostés de 2024, reemplaza a las anteriores normativas promulgadas en 1978 por el Papa Pablo VI. Estas nuevas pautas ofrecen un espectro más amplio de opciones para el discernimiento, reflejando una postura más cautelosa y matizada ante presuntos fenómenos sobrenaturales.
Entre las seis posibles declaraciones establecidas, se destacan:
- Nihil obstat: Reconoce indicios de acción del Espíritu Santo, pero no asegura la autenticidad sobrenatural del fenómeno, alentando el valor pastoral sin exigir un asentimiento de fe.
- Prae oculis habeatur: Reconoce signos positivos pero alerta sobre posibles riesgos, instando a un discernimiento cuidadoso y diálogo con los involucrados.
- Curatur: Reconoce elementos problemáticos pero destaca frutos espirituales, desalentando su promoción activa.
- Sub mandato: Reconoce la autenticidad del fenómeno pero advierte sobre su mal uso por parte de individuos o grupos.
- Prohibetur et obstruatur: Señala graves problemas y riesgos, prohibiendo la adhesión pública al fenómeno para preservar la fe de los creyentes.
- Declaratio de non supernaturalitate: Afirma la falta de carácter sobrenatural del fenómeno.
El procedimiento para evaluar presuntas apariciones involucra a los obispos diocesanos, la Conferencia Episcopal correspondiente y el Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Se enfatiza la importancia de criterios positivos, como la credibilidad de los testigos y la ortodoxia doctrinal, y se advierte sobre señales negativas, como errores doctrinales o motivaciones personales cuestionables.