El Colegio de Ingenieros del Perú (CIP) expresó su profunda solidaridad con las víctimas y sus familias tras el derrumbe del techo del patio de comidas del centro comercial Real Plaza Trujillo, ocurrido el pasado viernes 21 de febrero. Este trágico suceso, que dejó numerosos heridos y graves daños materiales, ha puesto en evidencia serias preocupaciones sobre la calidad de la infraestructura y las normativas de seguridad en las edificaciones comerciales del país.
En un pronunciamiento oficial, el CIP exigió a las autoridades correspondientes la reinstauración de la obligatoriedad de la participación de ingenieros civiles en las inspecciones técnicas de seguridad en edificaciones (ITSE). Según el gremio, el colapso pudo haberse originado por fallas en el diseño, la construcción o la calidad de los materiales empleados. Sin embargo, las causas exactas aún están siendo investigadas por un equipo de expertos que realizará un análisis exhaustivo de la estructura del edificio.
El CIP también hizo un llamado a las autoridades locales y nacionales para que revisen y fortalezcan las normativas de seguridad en la construcción. Asimismo, solicitó que se exija una experiencia profesional mínima de cinco años a los encargados de supervisar las edificaciones, con el fin de garantizar que los proyectos cuenten con la debida supervisión técnica.
