En un documento publicado este lunes por Press Vatican, el Papa Francisco dejó claras sus últimas voluntades, expresando su deseo de que sus restos descansen en la Basílica Papal de Santa María la Mayor, uno de los santuarios marianos más importantes de Roma. El pontífice, fallecido este 21 de abril a los 88 años, pidió un entierro sencillo y sin ornamentos, en un gesto que refleja su estilo humilde y austero.
Un legado bajo la protección de la Virgen María
En el texto, el Santo Padre —de nombre secular Jorge Mario Bergoglio— manifestó su profunda devoción por la Virgen María, a quien encomendó su vida y ministerio.
«Siempre he confiado mi vida y mi ministerio sacerdotal y episcopal a la Madre de Nuestro Señor, María Santísima», escribió. «Por eso, pido que mis restos mortales descansen en espera del día de la resurrección en la Basílica Papal de Santa María la Mayor».
Destacó que este templo fue un lugar especial en su vida, ya que acudía a rezar antes y después de cada Viaje Apostólico para encomendar sus intenciones a la Virgen.
Una tumba sencilla con solo su nombre
El Papa Francisco solicitó que su sepultura se ubique en un nicho lateral de la basílica, entre la Capilla Paulina (donde se venera el ícono Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza.
En línea con su estilo sobrio, pidió que su tumba no tenga decoraciones y que la única inscripción sea: «Franciscus». Asimismo, indicó que los gastos del entierro serán cubiertos con fondos de un benefactor, cuyas disposiciones fueron gestionadas por Mons. Rolandas Makrickas, comisionado del Capítulo Liberiano.
Un mensaje final de paz y gratitud
En las últimas líneas de su testamento, el pontífice agradeció a quienes lo acompañaron en vida y pidió oraciones por su alma. También hizo referencia a sus sufrimientos físicos en sus últimos años, ofrecidos «por la paz en el mundo y la fraternidad entre los pueblos».
Con su muerte, la Iglesia Católica inicia un periodo de luto mientras se prepara para el cónclave que elegirá a su sucesor. Mientras tanto, el legado del primer Papa latinoamericano quedará marcado no solo por sus reformas, sino también por su deseo de descansar en un lugar íntimamente ligado a su fe.
Con información de La República