En un día radiante donde el cielo se tiñe de rojo y blanco, el Perú se llena de júbilo para conmemorar el Día de la Bandera, una fecha que nos recuerda la gloriosa batalla de Arica y nos invita a honrar a nuestro símbolo patrio más emblemático.
Desde las primeras horas del alba, el Pabellón Nacional ondea orgulloso en plazas, instituciones públicas y hogares peruanos, impregnando el ambiente de un fervor patriótico que nos enlaza como nación y nos recuerda la valentía y el sacrificio de nuestros antepasados.
La bandera peruana, con sus franjas rojas y blancas, no es solo un pedazo de tela; es un lienzo que flamea con la historia de nuestro pueblo, un símbolo que representa nuestra cultura, nuestros valores y nuestra identidad. Es la insignia que nos identifica ante el mundo y que nos recuerda la grandeza de nuestra nación.
El Día de la Bandera tiene un significado especial al conmemorar la batalla de Arica, librada el 7 de junio de 1880 durante la Guerra del Pacífico. En esa épica batalla, las tropas peruanas, bajo el mando del coronel Francisco Bolognesi, lucharon con bravura contra un enemigo superior en número, defendiendo con honor y hasta el último aliento el Pabellón Nacional.
En este día tan significativo, hacemos un llamado a todos los peruanos a unirnos bajo la bandera bicolor, a fortalecer nuestro amor a la patria y a trabajar juntos por un Perú mejor. Que el ejemplo de los héroes de Arica nos inspire a ser ciudadanos comprometidos, honestos y trabajadores, siempre dispuestos a defender nuestra nación y sus valores.
¡Viva la Bandera! ¡Viva el Perú!