En una audiencia de apelación por el delito de rebelión, el expresidente peruano Pedro Castillo afirmó no reconocer los cargos en su contra y criticó el proceso judicial que enfrenta, sugiriendo que su caso está siendo manejado de manera injusta.
“Se sujetan a un código penal español. Si es así, en mi ignorancia jurídica o, en todo caso lega, que se me lleve a España a juzgarme”, expresó Castillo durante su intervención. El exmandatario reiteró que no existe justificación para someterlo a un proceso legal y cuestionó la imparcialidad del sistema judicial, insinuando que algunos magistrados estarían actuando con sesgo en su contra.
Además, Castillo se refirió a las medidas de seguridad que se le aplican, como la vigilancia electrónica y la custodia carcelaria, considerándolas innecesarias. “No represento un peligro para la sociedad”, aseguró, argumentando que, como expresidente, su tratamiento debería ser distinto.
El exgobernante también abordó la percepción pública sobre su caso, sugiriendo que existe una narrativa mediática y social que lo perjudica. Al finalizar su declaración, Castillo solicitó una resolución rápida de su caso y anunció su intención de retirarse de la audiencia, dejando en claro su desacuerdo con las condiciones actuales del juicio.
Corte Suprema dejó al voto la apelación
Tras la intervención de Castillo, el juez César San Martín, de la Corte Suprema, sometió a votación la apelación presentada por el expresidente. La decisión sobre este recurso podría definir el rumbo del caso de rebelión que mantiene a Castillo en el centro de la polémica política y judicial del país.