El 15 de octubre de 2025, se llevará a cabo un paro nacional de transporte en Perú, convocado por gremios de transportistas y diversos sectores sociales. Esta movilización surge como respuesta a la creciente inseguridad y corrupción que afectan al sector, particularmente en un contexto marcado por extorsiones y el asesinato de conductores.
Los organizadores del paro solicitan al gobierno la implementación de medidas efectivas para combatir la violencia y la criminalidad que amenazan la seguridad de los transportistas. En este sentido, la Conferencia Episcopal Peruana ha instado al gobierno a abrir canales de diálogo con los representantes del sector para encontrar soluciones perdurables a estos problemas.
A pesar de la convocatoria, algunos gremios han decidido no participar en el paro luego de mantener una reunión con el presidente José Jerí. Estos grupos optan por el diálogo, buscando llegar a acuerdos concretos que aborden la crisis de seguridad en el sector transporte.
Además de los transportistas, la movilización cuenta con el respaldo de estudiantes universitarios y otros colectivos sociales que también se ven afectados por la problemática de la inseguridad en el país. Se han planificado concentraciones en Lima y Callao a partir de las 8:00 a.m., reflejando una unión de fuerzas en la lucha por la seguridad y la justicia.
El paro se produce en un contexto de protestas más amplias que critican la incapacidad del gobierno para controlar a las mafias que extorsionan y atacan a los transportistas, así como la crisis laboral que se vive en este sector. El aumento en los asesinatos y agresiones armadas contra conductores ha sido un factor determinante para la organización de esta movilización.
Por su parte, el gobierno ha llevado a cabo reuniones con algunos de estos gremios para reafirmar compromisos previos, lo que incluye la posible declaración de emergencia en el transporte y la formación de unidades especiales para enfrentar a las organizaciones criminales.
Asimismo, en algunas universidades se ha decidido suspender las clases presenciales como medida de precaución, buscando garantizar la seguridad de los estudiantes durante la jornada de protestas. El paro del 15 de octubre se presenta así como una manifestación de un sentir colectivo que exige atención a la creciente crisis de seguridad que atraviesa el país.
En resumen, esta movilización simboliza un clamor conjunto por seguridad y justicia en el sector, con el acompañamiento de actores sociales que buscan un enfoque integral y efectivo para enfrentar la problemática actual.
Fuente: RPP









