Los pacientes de EsSalud en Arequipa están enfrentando una situación alarmante en relación a las cirugías que requieren, con tiempos de espera que superan hasta los 575 días en el Hospital Nacional Carlos Alberto Seguín Escobedo (HNCASE). En la actualidad, más de 3,270 personas se encuentran en lista de espera, siendo las especialidades más afectadas oftalmología y traumatología. Sin embargo, la situación es especialmente crítica en el área de oncología quirúrgica, donde la demora se traduce en un serio riesgo para la salud de los pacientes.
Las causas de esta crisis son estructurales. La deficiente infraestructura del hospital, la falta de insumos y la obsolescencia de los equipos médicos, incluidos respiradores y monitores vitales, agravan la situación. El hacinamiento en las áreas de emergencia es una realidad preocupante, donde los pacientes adultos son atendidos en pasillos y los niños no cuentan con espacios adecuados para el aislamiento de enfermedades infecciosas. Además, el sistema de referencias resulta ineficaz, lo que contribuye a la saturación del principal establecimiento de salud en la región.
Las condiciones actuales no solo afectan a los pacientes, sino que también ponen en riesgo al personal médico, quien labora en entornos adversos. Estas circunstancias han desencadenado protestas gremiales en busca de mejoras laborales y condiciones dignas de trabajo.
Los organismos de control, como la Contraloría General de la República, han documentado esta crisis y han emitido informes que reflejan la gravedad del problema. Ante esta situación, algunos legisladores han solicitado acciones urgentes para remediar el colapso en la atención de salud. EsSalud ha respondido con un plan nacional que busca reducir las listas de espera en un 30% a 40% para finales de 2025, centrándose en optimizar el uso de los servicios existentes y ampliar la oferta de atención en regiones prioritarias como Arequipa.
En conclusión, la espera prolongada para cirugías en EsSalud Arequipa es una realidad alarmante. Este colapso se debe a fallas en la infraestructura, en la gestión y en la coordinación entre los diferentes niveles de atención, afectando tanto a pacientes como al personal de salud y aumentando los riesgos para la salud pública. Aunque se han iniciado acciones de control y planes de mejora, la solución efectiva requerirá de inversión sostenida y cambios profundos en la gestión hospitalaria.
Fuente: Exitosa Noticias









