Naida Chacón enfrenta la desolación tras ser desalojada de la vivienda que, según afirma, construyó con esfuerzo junto a su pareja en Huaycán, Ate. La promesa de sus exsuegros de que el terreno sería para sus nietos y que nunca serían desalojados se desvaneció cuando Chacón regresó de Puno y encontró su hogar cerrado y en oferta de alquiler.
La indignación de Chacón se manifestó en un ataque de frustración donde dañó parte de la casa, hecho que fue captado por cámaras de televisión. Los dueños del terreno, padres de su expareja, justificaron el desalojo argumentando inversiones previas en la construcción y amenazas por parte de Chacón. La exsuegra expresó su molestia al ver la propiedad dañada y remarcó las contribuciones financieras de su hijo.
El altercado culminó con la intervención de la Policía Nacional del Perú, alertada por los vecinos. Chacón fue trasladada a la dependencia policial para proceder con una denuncia formal por el desalojo. Este incidente pone en relieve las complejas dinámicas familiares y legales que surgen en disputas por la propiedad.