Los residentes de Idaho se vieron conmocionados por un suceso que demostró el coraje y la determinación de una mujer de 85 años, Christine Jenneiahn, quien enfrentó a un ladrón armado para proteger a su hijo con discapacidad. El incidente ocurrió el 13 de marzo en la casa de Jenneiahn, cuando Derek Condon irrumpió vestido con una chaqueta militar y una máscara de esquí negra.
Después de apuntar a Jenneiahn con una linterna y obligarla a dirigirse al salón, Condon la esposó a una silla y la golpeó en la cabeza, dejando rastros de sangre en el dormitorio. A pesar del dolor, Jenneiahn fingió estar inconsciente para evitar que el ladrón descubriera la presencia de su hijo en otra habitación.
Cuando Condon sospechó que estaba siendo engañado y amenazó con quitarle la vida, Jenneiahn logró recuperar su revólver Magnum 357. Esperando el momento adecuado, disparó dos veces al ladrón, quien respondió con disparos que hirieron a Jenneiahn en varias partes del cuerpo antes de colapsar en la cocina y fallecer.
La policía llegó al lugar y brindó atención médica a Jenneiahn antes de trasladarla al Centro Médico Regional del Este de Idaho Falls. Una investigación posterior reveló que Condon había ingresado a la casa mediante una ventana trasera y portaba herramientas para forzar cerraduras.
El fiscal del condado de Bingham determinó que Jenneiahn actuó en legítima defensa y no enfrentaría cargos por el tiroteo. Los vecinos describen a la madre de 85 años como una verdadera heroína, destacando su determinación y voluntad de sobrevivir para proteger a su hijo de las manos de un intruso.