En Perú, el alarmante desperdicio alimentario alcanza cifras inquietantes, con más de 12,8 millones de toneladas de alimentos que se pierden cada año. Este volumen equivale a casi el 50% de la producción alimentaria nacional, un dato que resalta la gravedad de la situación en un país donde cerca del 51% de la población enfrenta inseguridad alimentaria, según informes de la FAO y Mondelēz Perú.
La mayor parte de estas pérdidas se produce en las fases de producción agrícola, procesamiento y empaque, antes de que los alimentos puedan llegar a los centros de distribución y consumo. Este fenómeno representa más de la mitad del total de los alimentos desperdiciados, lo que agrava aún más la situación de la seguridad alimentaria en el país.
Además de la crisis alimentaria, el desperdicio conlleva un uso ineficiente de recursos naturales vitales, como agua y energía, lo que contribuye a la carga ambiental que ya enfrenta Perú. Las prácticas ineficientes en la cadena de suministro no solo afectan la disponibilidad de alimentos, sino que también incrementan el impacto ambiental, un aspecto crucial a considerar en la búsqueda de un desarrollo sostenible.
Enrique Legorreta, director de Planta Lima en Mondelēz Perú, ha manifestado la necesidad urgente de abordar esta problemática. Destaca que el desperdicio alimentario es un factor crítico no solo para la reducción del hambre, sino también para mejorar la sostenibilidad del sistema alimentario en el país. Este llamado a la acción coincide con la conmemoración del Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, un momento para reflexionar sobre el papel que juega cada uno en esta problemática.
Frente a esta crítica situación, es imperativo que tanto el sector público como el privado trabajen en conjunto para implementar estrategias efectivas que minimicen el desperdicio y mejoren la distribución de alimentos. Solo así se podrá revertir la grave inseguridad alimentaria que afecta a millones de peruanos.
Fuente: Mondelēz Perú