Una ola de indignación y dolor recorre el distrito de Independencia luego de que Antuan Salvador, un niño de solo seis años, muriera al recibir un disparo durante un ataque armado contra una combi de la empresa Consorcio 45. Su madre, entre lágrimas, relató cómo el pequeño intentó protegerla a ella y a su hermano de dos años, convirtiéndose en su «salvación» incluso en sus últimos momentos.
«Él nos protegió»: El último acto de amor de Antuan
En un testimonio desgarrador, la madre del menor contó que, pese a sus precauciones por la inseguridad, esa noche decidió salir con sus hijos para visitar a su suegra. «Yo casi nunca los sacaba de noche, pero ese día fue diferente», dijo. Antuan se sentó cerca del conductor, mientras ella se ubicó al lado de otra pasajera.
«El chofer trató de esquivar las balas, pero mi niño nos cubrió… Él nos protegió», relató, abrazando una foto de su hijo. Con voz quebrada, recordó que el pequeño, antes de morir, «se levantó con sus últimas fuerzas» para pedir ayuda
«Dios me lo prestó por seis años»
Entre sollozos, la mujer reveló que el nombre de su hijo no fue casualidad: «Me lo soñé antes de quedar embarazada. Le puse Salvador porque él fue mi salvación». Describió a Antuan como un niño «amoroso, cariñoso y protector» con su hermanito menor. «Ahora ya no los veré jugar juntos… Este dolor me marca el alma», confesó.
Justicia y seguridad: Un grito ante la impunidad
La familia exige que el crimen no quede impune y reclama mayor seguridad frente a la creciente violencia de grupos criminales. «Ningún otro niño debe morir así. Pido justicia para mi Salvador», exigió la madre, mientras autoridades investigan el ataque, aún sin detenidos.
El caso ha reavivado el debate sobre la inseguridad en el transporte público y la necesidad de acciones concretas para proteger a las familias de una guerra ajena. Mientras tanto, el recuerdo de Antuan perdura como un símbolo de amor y valentía en medio del caos.