El invierno en la región de Arequipa, especialmente en sus zonas altas como Imata, se ha convertido en una prueba de resistencia para sus habitantes. Situada a 4550 metros sobre el nivel del mar, esta localidad enfrenta temperaturas que pueden descender hasta los -5 grados centígrados, un frío severo que afecta tanto a las personas como a la ganadería local.
Cada mañana, el agua almacenada en las estancias se congela, dejando a los residentes sin acceso al vital líquido hasta que el sol logra elevar ligeramente las temperaturas. Según el alcalde de Imata, aproximadamente 1350 personas se enfrentan diariamente a estas condiciones extremas, que demandan urgentemente soluciones.
Francisco, un residente preocupado, describió los desafíos adicionales que enfrentan las alpacas, adaptadas al clima frío pero ahora afectadas por neumonías y otros problemas de salud. La ganadería, principal sustento de la comunidad, está en riesgo constante debido al clima extremo. Francisco hizo un llamado claro a las autoridades gubernamentales: «Necesitamos apoyo del Ministerio de Agricultura para obtener forrajes y medicamentos para nuestros animales».
El impacto del frío no se limita a Imata; se extiende por toda la región de Arequipa, afectando también a provincias como Condesuyos, Caylloma y Castilla. En estas áreas, las comunidades luchan día a día para mantener sus medios de subsistencia frente a condiciones climáticas adversas.
Las enfermedades respiratorias han proliferado con el frío extremo, elevando la incidencia de neumonías e infecciones respiratorias agudas. El alcalde subrayó la gravedad de la situación, mencionando que los recursos locales son insuficientes para hacer frente a esta emergencia sanitaria.
Ante esta situación crítica, los residentes y autoridades locales solicitan la intervención urgente del gobierno. Francisco instó a los ministerios pertinentes: «Pedimos al Ministerio de Vivienda que nos apoye con viviendas más cálidas, al Ministerio de Salud con medicinas para las personas y al Ministerio de Agricultura con medicamentos y forrajes para nuestras alpacas».