En medio de la indignación generalizada en las redes sociales, un video que circuló provocó una ola de repudio al mostrar el cruel maltrato infligido a un inocente perrito en la comunidad de León, Guanajuato, México. En las impactantes imágenes, se observa cómo un par de jóvenes ataron al indefenso animal con un cable antes de arrojarlo a un pozo de 15 metros de profundidad, donde permaneció durante tres días sin alimentos ni agua. La atrocidad no terminó ahí, ya que los agresores incluso lanzaron piedras de gran tamaño al perro mientras este emitía sonidos de dolor. Ante la difusión del video, la comunidad virtual reaccionó rápidamente expresando su rechazo hacia los responsables de tan despiadado acto.
La respuesta ante este acto de crueldad no se hizo esperar. Marcos Aguilera, un activista local reconocido por su labor en defensa de los derechos de los animales, se movilizó de inmediato para auxiliar al perrito, acompañado por el personal del Centro de Control y Bienestar Animal de León. Arriesgando su propia seguridad, Marcos descendió al pozo de aguas negras con una soga para rescatar al can y llevarlo de inmediato a recibir atención veterinaria.
El valiente rescatista nombró al perrito como Libertad y se aseguró de que recibiera los cuidados necesarios. Tras realizarse una serie de radiografías que determinaron que se encontraba en buen estado de salud, se procedió a colocarle un chip de identificación y a esterilizarlo. Pero la labor de Marcos no se limitó al rescate, ya que también emprendió acciones legales contra los responsables del cruel acto de maltrato, presentando una denuncia formal ante el Ministerio Público local con la esperanza de que se haga justicia y se castigue con severidad a los agresores del indefenso can.