En un nuevo giro en el conflicto en Medio Oriente, Israel ha llevado a cabo recientes bombardeos aéreos en la capital yemení, Sanaa. Estos ataques, que se centran en objetivos relacionados con el grupo Houthi, son una represalia a los constantes ataques de misiles y drones lanzados por los hutíes contra territorio israelí. Este conflicto se ha intensificado desde mayo de 2025, tras un notable ataque hutí que incluyó la destrucción del aeropuerto internacional de Sanaa y otras instalaciones civiles y militares vinculadas a la transferencia de armas.
Desde entonces, la escalada de hostilidades ha marcado un aumento en las bombarderas israelíes, que han atacado estratégicamente a miembros clave del liderazgo houthi. En agosto de 2025, Israel ejecutó ataques selectivos que resultaron en la muerte del primer ministro hutí, Ahmed al-Rahawi, el ministro de defensa, Mohamed al-Atifi, y el jefe de estado mayor, Muhammad Abd al-Karim al-Ghamari. Estos líderes estaban presentes en un evento donde el líder hutí, Abdul-Malik al-Houthi, se dirigía a sus seguidores.
Los recientes bombardeos no solo han estado dirigidos a figuras políticas, sino que también han golpeado infraestructuras clave en Sanaa. Así, se han atacado un terminal petrolero, una planta eléctrica y una base militar, provocando un llamado a la acción de los hutíes, que han denunciado estos ataques como parte de la escalada de un conflicto regional más amplio. Los hutíes afirman que sus acciones están motivadas por la solidaridad hacia Palestina, en medio de la guerra en Gaza y su propia ofensiva en el Yemen.
En el marco de este contexto bélico, la comunidad internacional observa con preocupación la situación, dado que los bombardeos israelíes continúan impactando la infraestructura civil, lo que podría exacerbar aún más la crisis humanitaria ya presente en Yemen. Las tensiones no parecen disminuir, y el futuro de la región sigue siendo incierto.
Este conflicto complicado y multifacético refleja la peligrosidad de una situación donde las lecciones de la historia reciente parecen repetirse, y donde las decisiones de hoy tendrán repercusiones significativas para la paz en Medio Oriente.
Fuente: El Comercio