El avance tecnológico ha alcanzado un nivel sorprendente, permitiendo a algunas personas interactuar digitalmente con sus seres queridos fallecidos. Empresas en Estados Unidos y Europa están incursionando en el uso de la inteligencia artificial generativa para este propósito. Se están desarrollando aplicaciones que crean clones digitales de personas fallecidas, conocidos como «deadbots», los cuales replican la apariencia, tono de voz y estilo de expresión del difunto.
Hereafter AI, una de estas empresas emergentes, permite a los usuarios crear avatares de sus seres queridos fallecidos, generando respuestas basadas en entrevistas realizadas mientras estaban vivos. Por otro lado, Storyfile utiliza inteligencia artificial para crear videos convencionales, y Replika ofrece la posibilidad de enviar mensajes de texto o realizar llamadas con avatares de IA personalizados.
Sin embargo, expertos médicos advierten sobre los posibles riesgos emocionales de esta tecnología, especialmente para aquellos que están en las primeras fases del duelo. Simular conversaciones con un «deadbot» podría causar daño psicológico. Además, expertos en ciberseguridad alertan sobre el potencial uso malicioso de los clones digitales de personas fallecidas por parte de cibercriminales, quienes podrían aprovecharse de esta tecnología para llevar a cabo estafas. Este avance tecnológico plantea importantes cuestiones éticas y de seguridad que requieren una cuidadosa consideración.