La tranquila localidad de Catarina, en el departamento de Masaya, Nicaragua, se vio sacudida por una tragedia el pasado domingo 18 de agosto. Un niño de solo 7 años, reportado como desaparecido a la 1:10 de la tarde de ese día, fue encontrado muerto en circunstancias que han dejado a la comunidad en estado de shock.
El cuerpo del pequeño Ariel fue descubierto oculto en una bolsa plástica negra, debajo de la cama de su hermanastro, Edward Enrique Gaitán Gallegos, de 21 años. Gaitán Gallegos ha sido señalado como el principal responsable del atroz asesinato y fue detenido por la policía sandinista.
Según el comisionado de la policía, la muerte del niño ocurrió poco después de su última aparición en público. Las investigaciones preliminares indican que Gaitán Gallegos golpeó al niño en la cabeza con una piedra, lo tapó para evitar que gritara y, finalmente, lo estranguló. Posteriormente, el sospechoso intentó desviar las sospechas al informar sobre la desaparición del niño en sus redes sociales, con el objetivo de despistar a familiares y autoridades.
De manera extraoficial, se reveló que Gaitán Gallegos tenía planeado deshacerse del cuerpo arrojándolo en la ladera de la Laguna de Apoyo. Sin embargo, la presencia constante de vecinos vigilantes en la zona impidió que el sospechoso llevase a cabo su plan.
La comunidad de Catarina, sumida en el dolor por la pérdida del pequeño Ariel, exige justicia y respuestas claras sobre el móvil detrás de este abominable acto. La policía continúa con la investigación para esclarecer todos los detalles del crimen y garantizar que se haga justicia por la irreparable pérdida sufrida por la familia y la comunidad.