El gobierno francés ha propuesto una serie de medidas profundas con el objetivo de proteger la salud mental de los adolescentes. A través de una comisión parlamentaria, se busca prohibir el uso de redes sociales para los menores de 15 años y establecer un «toque de queda digital» nocturno para jóvenes de entre 15 y 18 años.
Estas iniciativas surgen a raíz de un informe que indica riesgos significativos para el bienestar de los jóvenes, especialmente en el uso de plataformas como TikTok. Esta red social ha sido calificada de «veneno» por sus algoritmos, que favorecen la adicción y la exposición a contenidos nocivos, incluyendo videos relacionados con el suicidio y la autolesión.
Francia ya cuenta con una ley promulgada en 2023 que requiere la autorización parental para el acceso a redes sociales de menores de 15 años. Sin embargo, esta normativa aún no ha sido implementada debido a incertidumbres sobre su adecuación a la legislación europea. Como resultado, el país busca formar una coalición con España, Grecia e Irlanda para impulsar una legislación común que obligue a las plataformas digitales a verificar de manera estricta la edad de los usuarios, con posibles sanciones por incumplimiento.
Además, la fiscalía francesa ha iniciado una investigación contra TikTok por poner en riesgo a sus usuarios, destacando la exposición excesiva de los jóvenes a contenido violento y dañino. La comisión parlamentaria ha señalado la problemática del modelo económico de estas plataformas, cuyo diseño está motivado por la maximización del tiempo de conexión, desconsiderando los impactos negativos en la salud psicológica de sus usuarios.
Entre las propuestas de la comisión se encuentran: prohibir el uso de redes sociales para menores de 15 años, implementar un toque de queda digital entre las 22:00 y las 8:00 para jóvenes de 15 a 18 años, realizar una denuncia formal contra TikTok por los riesgos que representa, y establecer una legislación europea que regule el acceso de menores a las plataformas digitales.
Estas medidas reflejan una creciente preocupación por la influencia de las redes sociales en la juventud y la necesidad de acciones concretas para salvaguardar su bienestar emocional y psicológico.
Fuente: El Comercio









