La orquesta Agua Marina, una emblemática agrupación de música peruana, enfrenta una alarmante situación de extorsión que pone de manifiesto la crisis de seguridad que afecta al sector artístico en el país. Según denuncias recientes, extorsionadores habrían exigido un 30% de las ganancias generadas en sus conciertos, una práctica que ha persistido durante más de un año.
La gravedad de la situación se evidenció en octubre de 2025, cuando un ataque armado ocurrió en el Círculo Militar de Chorrillos, dejando a varios miembros de la orquesta heridos. Este violento episodio no sólo puso en riesgo la vida de los artistas, sino que también resaltó la ineficacia de las medidas de seguridad implementadas por el Estado para proteger a los artistas en un contexto de creciente violencia e inseguridad.
De acuerdo con las investigaciones, la red criminal responsable de estas extorsiones estaría involucrada en lavado de dinero mediante empresas pantalla, asociadas con un delincuente apodado “El Jorobado”. A pesar de que Agua Marina había denunciado públicamente las amenazas y había tomado medidas de seguridad por su cuenta, el ataque armado evidenció la insuficiencia de la protección estatal ante este tipo de amenazas.
Este caso, lejos de ser un hecho aislado, representa un fenómeno más amplio de inseguridad y extorsión que azota al ámbito artístico en Perú. Grupos musicales y artistas en diversas partes del país han reportado experiencias similares de extorsión, lo que plantea serias preguntas sobre la seguridad de quienes dedican su vida a la creación y difusión de la cultura.
La situación alarma no solo a los miembros de esta emblemática orquesta, sino que también a todos aquellos que laboran en el entorno artístico, demandando una respuesta más contundente del Estado para garantizar su seguridad y continuar contribuyendo a la rica cultura peruana.
Fuente: La República









