Las empresas chinas Globe Seaweed International S.A.C. y Algas Sudamérica S.A.C. están a la cabeza del mercado de exportación de algas marinas en Perú, controlando más del 40% de este sector. Un aspecto alarmante es que estas compañías operan sin las licencias industriales requeridas por la normativa peruana, lo que pone de manifiesto una seriedad falta de regulación en la industria de la recolección de algas.
Estas empresas están comprando algas a pescadores y recolectores artesanales en la región de Ica, muchas veces sin los controles adecuados para certificar el origen legal de estos recursos. Esta situación no solo ha provocado sanciones previas contra las compañías, sino que también ha alimentado prácticas de extracción poco reguladas y potencialmente destructivas para el medio ambiente.
La sobreexplotación de algas marinas representa un riesgo significativo para los ecosistemas marinos y el sustento de numerosas comunidades locales que dependen de estos recursos. La región de Ica, donde operan Globe Seaweed International y Algas Sudamérica, ha visto cómo la intensa demanda del mercado chino genera presión extrictiva sobre sus recursos naturales. En 2024, más del 95% de las algas secas exportadas desde Perú se dirigieron a China, lo que evidencía una alta concentración del mercado que podría resultar perjudicial en el largo plazo.
La falta de control normativo sobre estas operaciones irregulares se ha convertido en una preocupación tanto para las autoridades como para las organizaciones locales comprometidas con la sostenibilidad ambiental. Es vital que se implementen mecanismos de regulación más estrictos que garanticen la legalidad de las actividades de estas empresas y protejan el bienestar de las comunidades que dependen de los recursos marinos.
Es imperativo que se tomen medidas adecuadas para asegurar que la extracción de algas se realice de manera sostenible, considerando tanto el impacto ambiental como las necesidades sociales de las poblaciones locales afectadas. La situación actual requiere atención urgente para salvaguardar el futuro de un recurso vital y el ecosistema marino de Perú.
Fuente: El Comercio









