La ciudad de Lima enfrenta una severa crisis sanitaria atraída por la escasez y el mal estado de los servicios higiénicos públicos. Expertos en salud, como el exministro Óscar Ugarte y el sanitista Crisólogo Cáceres, han señalado que la falta de baños adecuados obliga a miles de ciudadanos a orinar en espacios públicos, lo que genera no solo incomodidad, sino también focos infecciosos que amenazan la salud colectiva.
Según estadísticas oficiales, Lima cuenta actualmente con solo 107 baños públicos en funcionamiento. De este número, sólo 59 cumplen con criterios básicos de accesibilidad, lo que resulta alarmante para una población que supera los 10 millones de habitantes. Muchos de los baños en funcionamiento se encuentran en condiciones deplorables y una parte significativa ha sido clausurada, exacerbando el problema.
Además, los pocos locales comerciales y centros comerciales que disponen de baños suelen cobrar una tarifa por su uso. Este hecho ha sido calificado como inaceptable, ya que el acceso a los servicios higiénicos es considerado un derecho ciudadano. La responsabilidad de garantizar este servicio recae en las autoridades locales, quienes deben implementar medidas efectivas y sostenibles.
El artículo propone que la solución a esta crisis no solo implica la construcción de nuevos baños, sino también el compromiso de las municipalidades para mantenerlos en condiciones adecuadas. Es fundamental que se implementen campañas de concientización que educen a la población sobre la importancia de estos servicios y promuevan su adecuado uso.
La falta de acceso a servicios higiénicos representa una emergencia sanitaria que afecta directamente la calidad de vida y la salud de los limeños. Sin acciones decididas por parte de las autoridades, la situación continuará deteriorándose y poniendo en riesgo la salud pública.
Fuente: La República









