El director ejecutivo del Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma, Pedro Ripalda, se pronunció con firmeza ante las recientes críticas al programa, subrayando la importancia de la integridad y el compromiso en el proceso de compras 2025. En un encuentro realizado el pasado 12 de noviembre, Ripalda dejó claro que el programa, que abastece de alimentos a más de 4 millones de niños en todo el país, no puede permitir la presencia de empresas o proveedores que adopten prácticas deshonestas o irresponsables.
Durante la reunión informativa titulada “Alimentando el futuro del país”, Ripalda exigió a los empresarios y proveedores cumplir con los más altos estándares éticos y profesionales. «Es momento de decir ¡basta ya! Es momento de mirarnos a los ojos y asumir las responsabilidades. Con la alimentación de los niños no se juega. No solo debemos revisar fichas técnicas y procesos, sino estar enfocados en servir a quienes bien podrían ser nuestros hijos o sobrinos, el futuro del país», afirmó tajantemente.
El evento convocó a casi 200 empresas, fabricantes, proveedores y autoridades sanitarias, con el objetivo de informar sobre los lineamientos y procedimientos del Proceso de Compras 2025. Ripalda subrayó que la transparencia es fundamental para garantizar que la selección de proveedores y la distribución de alimentos cumplan con los estándares establecidos, y que no se vea empañada por actos de corrupción.
En relación a las denuncias de corrupción sobre la empresa Frigoinca, Ripalda destacó que el programa necesita empresas serias y responsables. «Aquellos que estén motivados por intereses personales y adopten prácticas deshonestas no tienen cabida en este programa. Con la alimentación de nuestros niños no se juega, y esto no es negociable», enfatizó el director.
Asimismo, indicó que las irregularidades recientes solo agravan la situación de un programa que, si bien es crucial para la alimentación escolar, requiere de un proceso de mejora continua. «Si un país como el Perú, donde 4.2 millones de niños reciben alimentación escolar a diario, empieza a desconfiar y genera incertidumbre sobre este servicio, debemos reflexionar sobre lo que estamos haciendo como actores en esta cadena de responsabilidad», señaló Ripalda, quien calificó esta crisis como un punto de inflexión que debería llevar a un cambio en la gestión y supervisión del programa.
Por su parte, Yesenia Barrios, representante de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec), destacó la complejidad y magnitud de la tarea que implica garantizar la calidad de los alimentos para los escolares. «Brindar un servicio alimentario a más de 4 millones de niños es una labor titánica. Es fundamental que se mantengan altos estándares de calidad, y como Aspec, estaremos vigilantes para asegurar que este servicio se brinde con la calidad y calidez que los escolares merecen», sostuvo.
La jornada incluyó exposiciones sobre la programación del menú escolar, evaluación y supervisión de los alimentos, así como las cláusulas anticorrupción incluidas en el Proceso de Compras 2025. Este esfuerzo busca fortalecer la transparencia y eficiencia en la gestión del servicio alimentario escolar para el próximo año, clave para el bienestar de millones de niños peruanos.