Durante su discurso en la conmemoración del 30° aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en la ONU, la presidenta de Perú, Dina Boluarte, subrayó los progresos que ha logrado su país en materia de igualdad de género. Entre los puntos destacados se encuentran la reducción de las brechas en educación y en el mercado laboral, la implementación de más de 400 Centros de Emergencia Mujer, así como la aprobación de la Política Nacional de Igualdad de Género en 2019 y la reciente abolición del matrimonio infantil en 2023.
A pesar de estos avances significativos, Boluarte reconoció que aún persisten brechas estructurales que afectan el desarrollo de mujeres y niñas en Perú. La pobreza extrema, la discriminación y la violencia de género son algunos de los desafíos que obstaculizan la plena realización de sus derechos. Este reconocimiento refuerza la necesidad de continuar trabajando en políticas que fortalezcan la igualdad de oportunidades y el bienestar de todas las mujeres en el país.
El evento fue parte de una reunión de alto nivel de la Asamblea General de la ONU, donde se revisaron los logros y desafíos que enfrentan las mujeres en todo el mundo, 30 años después de la adopción de la Plataforma de Beijing en 1995. La presidenta de la Asamblea General, Annalena Baerbock, enfatizó la importancia de respetar los tiempos de intervención de los oradores, un aspecto que se volvió simbólico durante el discurso de Boluarte.
Pocos minutos después de iniciar su intervención, el protocolo de la ONU apagó el micrófono de la presidenta, quien había excedido el tiempo asignado y, sin darse cuenta, continuó su exposición sin que su mensaje fuera traducido a otros idiomas. Este incidente fue un recordatorio del rigor protocolar que rige en la organización internacional y se suma a la serie de desafíos que las líderes enfrentan en la lucha por equidad y justicia social.
Los esfuerzos de Perú en avanzar hacia la igualdad de género son evidentes, pero también sugiere la urgencia de abordar las problemáticas persistentes que limitan el desarrollo integral de mujeres y niñas en el país.
Fuente: La Republica









