César Augusto Ortiz Alponte fue secuestrado y asesinado en Tingo María el 2 de septiembre, tras ser captado por una banda criminal conocida como «Los hoteleros de la muerte». La organización, vinculada a recepcionistas del Hotel Internacional, obtuvo información de la víctima y planeó su secuestro. Los delincuentes exigieron un rescate de S/3 millones a la familia, amenazando con mutilarlo si no cumplían.
Tras no recibir el pago, los criminales ejecutaron al empresario con extrema violencia. Su cuerpo calcinado fue encontrado días después en un descampado de Santa Rosa, en la provincia de Padre Abad (Ucayali). Las investigaciones confirmaron que Ortiz Alponte fue torturado y descuartizado antes de ser enterrado.
La Policía identificó y capturó a los presuntos responsables, entre ellos a Carlos Daniel Espinoza Domínguez, señalado como cabecilla y vinculado a la red criminal «Los Pulpos Nueva Generación». También fueron detenidas las recepcionistas Enma López Muñoz y Thalía Ramos Romayna, quienes habrían facilitado información y participado en la citación de la víctima.
El caso reveló la operación de una organización delictiva que utilizaba el hospedaje como punto de captación para secuestros. Las pesquisas continúan para localizar a los demás implicados en este crimen, mientras los restos de la víctima permanecen en la morgue de Tingo María a la espera de las diligencias finales.









