El Congreso de Perú ha aprobado la Ley N.º 10997/2024-CR, que otorga, de manera excepcional para el año fiscal 2025, la autorización a las universidades públicas para realizar modificaciones presupuestarias internas. Esta regulación permite a las instituciones educativas reasignar recursos de partidas previamente destinadas a retribuciones, complementos en efectivo y contribuciones a la seguridad social, sin la necesidad de obtener autorización previa del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Esta medida es un importante paso hacia la optimización de la gestión financiera y operativa de las universidades, que a menudo enfrentan limitaciones para reorientar sus saldos presupuestales ante gastos urgentes, tales como mantenimiento, equipamiento, servicios básicos e infraestructura educativa. Con la ley, se busca garantizar la operatividad de estas instituciones y mejorar la oferta académica e investigativa.
El procedimiento para efectuar estas modificaciones incluye una resolución del titular del pliego, la cual debe estar respaldada por la opinión favorable de las oficinas de presupuesto y recursos humanos. Además, es fundamental cumplir con las normativas establecidas por el Ministerio de Educación. Aunque esta ley es válida exclusivamente para el año 2025, su extensión será evaluada según los resultados obtenidos durante su aplicación.
Otro aspecto relevante de esta norma es el incremento único de las remuneraciones de los docentes ordinarios y contratados, que se hará efectivo a partir de diciembre de 2025. Esta medida busca regularizar y mejorar las condiciones laborales de los docentes, algo que ha sido un tema recurrente en el debate sobre la calidad educativa en el país.
En resumen, la Ley N.º 10997/2024-CR, aprobada por una amplia mayoría, representa un avance significativo hacia la flexibilización de la gestión financiera en las universidades públicas peruanas. Esta iniciativa no solo facilitará el uso eficiente de los recursos disponibles, sino que también contribuirá a mejorar las condiciones laborales de los docentes y, en última instancia, la calidad de la educación en el Perú.
Fuente: RPP









