Un equipo internacional de científicos ha lanzado una alarma sobre la posible conexión entre un brote de gripe aviar y la muerte de miles de pingüinos adelia en la Antártida. La gripe aviar HPAIV H5, que surgió en aves de corral en 2020, ha provocado una significativa mortalidad de aves y mamíferos salvajes a nivel global.
Meagan Dewar, líder de la expedición científica y experta en ciencias biológicas de la Federation University Australia, informó que durante el verano austral se descubrieron 532 cadáveres de pingüinos adelia en la isla antártica Heroína, en el Mar de Weddell. Se cree que estos pingüinos murieron a causa del subtipo HPAIV H5 del virus de la gripe aviar.
Según Dewar, la mortalidad en toda la isla podría ascender a miles, tanto de pingüinos adelia adultos como de polluelos, lo que representa una amenaza para la conservación de esta y otras especies antárticas. Aunque las pruebas moleculares iniciales fueron negativas, los científicos continúan analizando muestras para confirmar la causa de las muertes.
El equipo de científicos, compuesto por investigadores de Argentina, Alemania, Australia, España y Holanda, está investigando el origen del virus y su posible impacto futuro, así como el riesgo para otras especies antárticas