La comunidad de Chiclayo se conmueve ante el gesto altruista de Sonia Esther Morales Salas, una enfermera oriunda de Huaral que, al fallecer, decidió donar sus órganos, permitiendo así que cuatro personas recobraran la esperanza de una vida plena. En un emotivo acto de despedida, el personal de salud de Chiclayo, donde se realizó la donación, le rindió honores con rosas blancas.
El legado de generosidad de Sonia fue recordado con gratitud por sus colegas y amigos en el Hospital San Juan Bautista de Huaral, quienes se reunieron para rendirle un conmovedor homenaje. Su hijo, agradecido por las muestras de afecto hacia su madre, optó por la cremación de los restos de Sonia.
Este acto de amor y solidaridad deja un profundo impacto en la comunidad, recordándonos la importancia de la donación de órganos como un gesto que trasciende la vida de quienes nos rodean. La memoria de Sonia Esther Morales Salas perdurará como un símbolo de generosidad y compasión en los corazones de quienes tuvieron el privilegio de conocerla.