La actriz peruana Anahí de Cárdenas ha vuelto a iniciar su tratamiento preventivo contra el cáncer de mama. Esto se debe a que, tras dar a luz, decidió reanudar el uso de inyecciones de triptorelina. Este medicamento tiene como función «dormir» los ovarios, con el objetivo de reducir el riesgo de recurrencia de la enfermedad que superó anteriormente.
Aunque Anahí había completado un ciclo de cuatro años de tratamiento antes de su embarazo, el bloqueo hormonal recomendado suele durar entre cinco y diez años. La artista ha tomado esta decisión en un contexto en el que entiende la importancia de continuar con su tratamiento de mantenimiento.
En entrevistas recientes, Anahí ha manifestado que este proceso la afecta emocionalmente, reconociendo que “me bajonea bastante”. Sin embargo, ella se mantiene firme en su decisión de cuidar su salud y la de su familia, viéndolo como una parte esencial de su vida tras haber enfrentado una dura batalla contra el cáncer.
Además del tratamiento, la actriz ha llevado a cabo un estudio genético para evaluar si necesita implementar medidas preventivas adicionales. Esta voluntad de cuidar su salud no solo refleja su compromiso personal, sino que también actúa como un mensaje solidario hacia otras mujeres que enfrentan circunstancias similares. En particular, Anahí ha expresado su apoyo hacia otras figuras del espectáculo, como Natalia Salas, quien también ha compartido su experiencia con el cáncer.
La valentía de Anahí de Cárdenas en compartir su experiencia tiene el potencial de inspirar a muchas mujeres que, al igual que ella, enfrentan desafíos relacionados con su salud. Su historia resalta la importancia de la detección temprana, el tratamiento adecuado y el apoyo emocional en la lucha contra el cáncer.
Fuente: La Republica









