Cinco años después de la pandemia, el mundo se enfrenta nuevamente a lo temido: una nueva alerta epidemiológica. Este virus, que apareció por primera vez en las granjas avícolas de Hong Kong en 1997, causó la muerte de casi el 100% de los pollos, provocando hemorragias internas y daño en múltiples. En 2024, las autoridades sanitarias estadounidenses confirmaron el primer caso grave de gripe aviar en California, lo que encendió las alarmas en todo el mundo.
Actualmente, China enfrenta una nueva crisis sanitaria debido al brote del metapneumovirus humano, que afecta principalmente al aparato respiratorio y es altamente contagioso. Al igual que el COVID-19, este virus afecta en mayor medida a niños, ancianos y personas con sistemas inmunológicos debilitados. Los síntomas incluyen fiebre, tos, dificultad respiratoria y, en casos graves, neumonía.
En lo que va del año, se han registrado 66 casos de gripe aviar en humanos, principalmente entre trabajadores agrícolas que tuvieron contacto con ganado infectado y personas que consumen leche no pasteurizada.