La inauguración de la nueva infraestructura educativa de la Escuela Bicentenario Gustavo Mohme Llona, en el distrito de Huaycán, Ate, estuvo marcada por un tenso enfrentamiento entre autoridades y la población local. El ministro de Educación, Morgan Quero, quien encabezaba el evento, fue recibido con protestas por parte de un grupo de manifestantes que lanzaron huevos y piedras al vehículo oficial en el que se trasladaba. Los manifestantes expresaron su rechazo al Gobierno de Dina Boluarte y a las autoridades presentes, exigiendo respuestas ante lo que consideran promesas incumplidas en áreas clave como educación, infraestructura y seguridad.
El acto, que originalmente tenía como objetivo celebrar la finalización de la obra educativa, se vio empañado por la presencia de pancartas y consignas que exigían mejoras urgentes en los servicios básicos para la comunidad.
Aunque los disturbios no escalaron a enfrentamientos violentos, el lanzamiento de huevos y la actitud hostil evidenciaron el creciente malestar social, especialmente tras las polémicas declaraciones de la presidenta Dina Boluarte, quien en días anteriores sugirió que con S/10 soles se podía «cocinar un menú completo para una familia». Este comentario provocó la indignación de los pobladores, quienes lo consideraron una muestra de insensibilidad ante la difícil situación económica que enfrentan muchas familias.
En medio de las protestas, el ministro Morgan Quero optó por continuar con la ceremonia, evitando una confrontación directa con los manifestantes por respeto a los niños y jóvenes presentes. Durante su intervención, destacó la importancia de la nueva escuela, un centro educativo que, según indicó, es parte de un proyecto innovador del Gobierno. «Aprovecho la ocasión para invitarlos a visitar otras Escuelas Bicentenario, un modelo pedagógico pionero en la región, apoyado por un convenio con Finlandia», afirmó Quero, haciendo hincapié en los logros del Ejecutivo en materia educativa.
El evento también estuvo marcado por la ausencia de la presidenta Dina Boluarte, quien, aunque había confirmado su participación en la inauguración, canceló su asistencia a último momento debido a compromisos de agenda. Esta decisión generó críticas entre los asistentes, quienes consideraron que la falta de presencia de la mandataria en un acto tan relevante contribuía a agravar las tensiones sociales.