La gripe primaveral o enfermedad estacional es usualmente confundida ya que durante las primeras semanas de primavera existe un aumento en enfermedades alérgicas debido al polen. Los síntomas pueden incluir estornudos, congestión nasal y malestar en general parecidos a los de un resfriado.
Mientras que en invierno los casos de gripe aumentan significativamente debido al clima frío, las condiciones húmedas y la mayor concentración de personas en espacios cerrados, en primavera es más raro que los casos de gripe persistan. Según datos de salud pública, durante los meses de invierno la cantidad de enfermos por gripe puede multiplicarse hasta cinco veces más que en primavera. Esto se debe a que los virus respiratorios tienden a propagarse mejor en climas fríos.
En primavera, lo que predomina son las alergias estacionales, que a menudo son confundidas con resfriados o gripe debido a la similitud en los síntomas. Así que, aunque es común sentirse mal en esta estación, la “gripe primaveral” como tal es más un mito, y lo que muchos sufren son reacciones alérgicas.