María Branyas Morera, la persona más anciana del mundo, ha fallecido a los 117 años «mientras dormía, tranquila y sin dolor», según ha informado su familia. La noticia fue publicada el martes en la cuenta de la red social X de la mujer.
En el comunicado, la familia expresó su pesar y destacó que Branyas falleció de la manera en que lo había deseado: en paz y sin sufrimiento. «Hace unos días nos decía: un día me iré de aquí. No volveré a probar el café, ni a comer yogur… Y dejaré de existir en este cuerpo. Un día que desconozco, pero que está muy cerca, este largo viaje habrá acabado», compartió la familia en su mensaje.
Branyas, quien había superado guerras y pandemias, anticipó su fallecimiento en una publicación reciente en la misma cuenta. «Me siento débil. Se acerca la hora. No lloréis, no me gustan las lágrimas. Y sobre todo, no sufráis por mí. Allí donde vaya seré feliz», comentó.
María Branyas, nacida el 4 de marzo de 1907 en San Francisco, California, había ostentado el título de la persona más anciana del mundo según el Grupo de Investigación Gerontológica de Estados Unidos (US Gerontology Research Group) y el libro Guinness de los Récords. Su fallecimiento se produce tras el de la francesa Lucile Randon, quien murió en enero de 2023 a los 118 años.
Con la muerte de Branyas, el título de la persona más anciana del mundo pasa a la japonesa Tomiko Itooka, nacida el 23 de mayo de 1908, quien actualmente tiene 116 años, de acuerdo con el Grupo de Investigación Gerontológica de Estados Unidos.