Falleció Carlos Manrique Carreño, fundador del Centro Latinoamericano de Asesoramiento Empresarial (CLAE) y responsable de una de las mayores estafas financieras en la historia del Perú durante las décadas de los 80 y 90. Manrique Carreño, quien recientemente había sido atendido en el Hospital Ramón Castilla II de EsSalud, enfrentaba complicaciones de salud que finalmente llevaron a su fallecimiento, según informaron sus familiares a medios de comunicación.
Carlos Manrique Carreño utilizó el CLAE, inicialmente una firma de asesoramiento empresarial, para perpetrar un esquema piramidal que captó miles de millones de soles bajo la promesa de altos rendimientos financieros, alcanzando tasas de interés que superaban el 100%. Este cambio radical en la operativa de la empresa atrajo a numerosos inversionistas durante los convulsos años 80 y 90, cuando la economía peruana atravesaba períodos de alta inestabilidad debido a los gobiernos de Alan García y Fujimori.
Durante su apogeo entre 1989 y 1992, el CLAE se posicionó como una alternativa atractiva en un contexto donde la confianza en el sistema financiero tradicional era escasa. Sin embargo, la estructura piramidal eventualmente colapsó, dejando a sus inversionistas sin los fondos prometidos y generando múltiples denuncias ante las autoridades.
Tras ser descubierto, Carlos Manrique huyó del país y fue capturado en Estados Unidos en 1994. Condenado a ocho años de prisión por estafa y otros delitos, regresó al Perú en 1995 y fue liberado en 2001. Sin embargo, en 2008 enfrentó nuevas acusaciones por el mismo delito, resultando en una compensación simbólica para los afectados y la disolución definitiva del CLAE por orden de la Corte Suprema.
A pesar de las medidas posteriores para intentar compensar a los afectados, muchos inversionistas nunca recuperaron su dinero. El legado de Carlos Manrique Carreño queda marcado por una serie de acciones ilegales que causaron un impacto duradero en la confianza económica y financiera del país.