El adecuado distanciamiento entre estaciones de servicio y zonas residenciales ha sido tema de conversación en la reciente entrevista ofrecida por Renato Loza, gerente general de la Asociación de Grifos y Estaciones de Servicios del Perú, en el programa «Marcando Agenda» de TV Perú.
Loza destacó que, según las normativas vigentes, se estipula un mínimo de 50 metros de separación entre una estación de servicio y puntos de alta concurrencia como iglesias, colegios o centros comerciales. Sin embargo, cuando se trata de viviendas, la situación es más compleja, ya que se rige por el principio de preexistencia. Esto significa que si una estación de servicio llega a instalarse en una zona donde ya existen viviendas, debería replantearse su ubicación, mientras que si las viviendas se construyen después de la instalación del grifo, este tiene derecho a permanecer en su lugar.
El experto subrayó que, siempre y cuando una estación de servicio opere de manera formal y cumpla con todas las medidas de seguridad requeridas, no debería representar un riesgo para la comunidad. Por ejemplo, señaló que ante posibles fugas de gas, las estaciones deben contar con dispositivos de seguridad, como un botón de apagado de emergencia.
En cuanto a la supervisión y prevención de accidentes, Loza identificó dos entidades responsables: el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) y las municipalidades locales. Ambas tienen la tarea de garantizar el cumplimiento de las regulaciones y la seguridad de las instalaciones.
Finalmente, tanto Loza como un representante de Osinergmin enfatizaron la importancia de la colaboración ciudadana en la creación de planes de prevención y en la denuncia de posibles irregularidades. Asimismo, se mencionó que Osinergmin realiza inspecciones regulares e inopinadas para verificar el estado y el cumplimiento de las instalaciones de los grifos.
Con información de America Tv