Hoy, 17 de abril, se conmemoran cinco años desde el fallecimiento del expresidente de la República del Perú, Alan García, quien tomó la fatal decisión de quitarse la vida en medio de una intervención policial en su domicilio de Miraflores. El equipo conformado por miembros de la Policía Nacional y la Fiscalía se presentó en su residencia esa mañana, en el marco de una investigación por presuntos actos de corrupción relacionados con la empresa brasileña Odebrecht durante su segundo mandato. García solicitó un momento para cambiarse de ropa en su habitación, ubicada en el segundo piso, y aprovechó este instante para poner fin a su vida con un revólver que llevaba consigo, sin que nadie lo advirtiera.
La partida de Alan García marca el cierre de una trayectoria política en el Partido Aprista Peruano. Además de ser secretario general y presidente de la organización en dos ocasiones cada una, García desempeñó un papel relevante como diputado constituyente desde 1978 hasta 1980, y posteriormente como diputado entre 1980 y 1985. Asimismo, ocupó la presidencia del país en dos períodos, de 1985 a 1990 y de 2006 a 2011. Su legado político ha sido objeto de debate y reflexión en la historia reciente del Perú, marcada por episodios de corrupción y turbulencia política.